La franquicia como modelo de negocio es un concepto muy atractivo para cualquier tipo de emprendedor. Es un modelo que permite emprender un negocio nuevo, desde cero, sin tener experiencia previa y respaldado, en todos los ámbitos por una gran marca.
En situaciones como la que estamos atravesando actualmente, la franquicia es el modelo de negocio más adecuado para emprender. En estos momentos de crisis económica y social, la franquicia es una salida laboral para personas que, después de un despido o por dar un giro a sus vidas, quieren iniciar su propia empresa.
Y empezar desde cero es complicado, hay que evaluar muchas variables: sector de actividad, ubicación, qué tipo de sociedad hay que establecer, cuánto personal se necesita, etc. La franquicia hace que todos estos problemas sean meras anécdotas a la hora de abrir un establecimiento franquiciado.
¿Por qué elegir la franquicia como modelo de negocio?
Elegir la franquicia como modelo de negocio permite a los emprendedores aprovecharse del prestigio de una marca desde el principio, asegurándose una clientela que ya la conoce.
La rentabilidad es un tema que preocupa especialmente a los emprendedores. Emprender por cuenta propia es complicado y con muchas incertidumbres. Pertenecer a una franquicia quita esta duda, ya que el negocio y su rentabilidad se basa en diferentes escenarios que ya han sido probados y comprobados.
La exclusividad de zona es otra de las grandes ventajas de la franquicia como modelo de negocio, ya que garantiza que no va a haber competencia de la misma marca en el área de influencia del negocio.
Y, por supuesto, la formación. Ya que, además de la formación inicial, las grandes cadenas proporcionan un soporte formativo e informativo permanente y siempre acorde a las últimas innovaciones relativas al negocio.
Ventajas de la franquicia para el franquiciador
Hemos hablado de las ventajas de la franquicia como modelo de negocio de cara al franquiciado, pero también hay numerosas ventajas de cara al franquiciador, ese emprendedor que decidió desarrollar y expandir su concepto de negocio.
Al franquiciar su idea, el empresario se garantiza un rápido crecimiento de su marca, llegando a zonas y países a los que no habría podido llegar por sí solo, con una infraestructura ajena y un mínimo desembolso económico.
Al crear una marca franquiciadora se pueden realizar grandes economías de escala a nivel de fabricación, compras y costes. Al mismo tiempo, se reduce el riesgo económico financiero y comercial.
En definitiva, la franquicia ayuda al franquiciador a evitar dos limitaciones en su futura expansión como pueden ser la económica y la de recursos humanos.
Por supuesto, crear una franquicia puede tener, más que aspectos negativos, posibles problemas a los que enfrentarse. Hay que realizar una inversión inicial importante, que
realmente es imprescindible para poner en marcha un negocio de este tipo. También pueden encontrarse posibles problemas en la relación con los franquiciados, pero si hay una sólida estructura, en la que queden claros y transparentes todos los procesos de trabajo, estos problemas son muy evitables.
La consultora LATAM NETWORKS ayuda tanto a los franquiciadores como a los emprendedores que quieren convertirse en franquiciados. Con los primeros colabora en la creación de un modelo de negocio que pueda expandirse rápida y eficazmente, participando también en la expansión de la marca. A los emprendedores les ayuda a encontrar la franquicia más adecuada a sus necesidades, siempre bajo unos parámetros de calidad y rentabilidad aseguradas.
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