Hay varios momentos o situaciones en los que las personas deciden dar un nuevo rumbo profesional a sus vidas y se plantean abrir un negocio por su cuenta. Puede ser la vuelta de las vacaciones, el comienzo de un año, un cumpleaños significativo o incluso un despido. Todas estas situaciones, y muchas más, pueden hacer plantearse la posibilidad de llevar las riendas de su propio destino, adentrándose en el maravilloso mundo de los emprendedores y convertirse en “su propio jefe”. Y una de las opciones que hay es la de emprender de la mano de una cadena de franquicias.
Las ventajas de emprender en franquicia son numerosas. La primera es la reducción de riesgos, ya que el emprendedor se une a una enseña de éxito demostrado, y desarrolla un negocio que ya está consolidado, sin tener que empezar desde cero.
El conocimiento por parte del público es fundamental. Comenzar un nuevo negocio requiere de mucho tiempo y de mucha inversión antes de que sea reconocible por el público. Con una franquicia, esa parte del trabajo ya está conseguida ya que se trata de una marca, de una decoración, de unos productos o servicios, ya conocidos y probados.
Y esta amplia trayectoria también permite aprovechar todos los recursos que la marca tiene y que son de extremado valor para el nuevo franquiciado. Un claro ejemplo son las campañas de marketing que se pueden realizar a nivel nacional, algo que sería realmente impensable para una pyme.
Una franquicia consolidada cuenta con un número importante de franquiciados, lo que permite al emprendedor contactar con otros asociados de la marca y consultarles directamente por su experiencia al frente del negocio.
La formación, factor clave a la hora de emprender en franquicia
Si hay algo que distingue al emprendimiento mediante la franquicia es que permite introducirse en cualquier sector, sin tener experiencia o conocimientos previos del mismo. Las franquicias ofrecen toda la formación necesaria para que el trabajo diario y todos los posibles problemas a los que se pueda afrontar se realice adecuadamente.
En esta formación, hay que distinguir dos tipos, la inicial y la continua. Antes de abrir el local, los franquiciados y todo su personal reciben un curso de capacitación inicial en todos los aspectos necesarios para un buen funcionamiento del negocio.
Pero, como en todo tipo de educación, la formación inicial debe ser complementada por cursos continuos, ya que la franquicia es un negocio en constante evolución. De este modo, cualquier emprendedor, venga del sector que venga, puede decantarse por cualquier franquicia, logrando así el cambio real de rumbo profesional.
Todo el conocimiento de la franquicia está recogido en el Know How. Las cadenas de franquicias plasman su saber hacer en un conjunto de manuales operativos que cubren todas las facetas del negocio. Algo que distingue a una buena franquicia con un buen concepto de negocio es que estos manuales operativos se actualicen cada cierto tiempo, que no se estanque y que vaya reflejando los cambios que se producen en la sociedad y en los hábitos de consumo.
LATAM NETWORKS cuenta con una selecta cartera de franquicias consolidadas, españolas e internacionales, en todo tipo de sectores. Los profesionales de LATAM NETWORKS asesoran a los emprendedores en todo momento, aconsejándoles la enseña que más le convenga en función de sus necesidades y posibilidades. Una vez seleccionada la marca, el consultor sigue al lado del emprendedor, ya que también realiza las funciones de Director de Expansión de la enseña. Esta confianza y seguridad es clave a la hora de emprender en franquicias.
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