La franquicia El Obrador de Goya no para su actividad ni en verano. De hecho está aprovechando estos meses para formalizar los nuevos proyectos de la cadena que irán viendo la luz en los próximos meses y presentando la nueva imagen de la enseña que, además, se irá implantado en el resto de obradores.
El primero de estos locales con el rebranding ha sido el recién inaugurado El Obrador de Goya ubicado en el madrileño barrio de Moratalaz (España) en el Centro Comercial Alcampo. Este local, de 30m2, alberga el concepto Bakery, demostrando que es un modelo de negocio totalmente adaptable a cualquier tipo de tamaño del local.
También en Madrid, en el distrito de Vicálvaro abrirá pronto un nuevo El Obrador de Goya. La zona de El Cañaveral es una de las que mayor crecimiento exponencial tiene en la Capital de España, con más de 14.000 viviendas previstas para los 3 próximos años.
Valdecederas es otra de las zonas en las que El Obrador de Goya abrirá en un par de meses, con un local en la C/ Capitán Blanco Argibay, a escasos metros del nuevo proyecto residencial Skyline. Los ocupantes de estas dos torres de 100 metros de altura y 25 plantas tendrán el privilegio de poder degustar todos los productos que la cadena ofrece a sus clientes.
El Ensanche de Vallecas (Madrid) será otro de los escenarios de las aperturas veraniegas de El Obrador de Goya, concretamente en la C/ Peñaranda de Bracamonte, 16. Este barrio es uno de los más jóvenes de la Capital de España con una población de más de 50.000 habitantes.
Y dentro de la provincia de Madrid, también hay previstas cuatro aperturas más entre los meses de julio y septiembre, llegando por primera vez a la localidades de Aranjuez, Getafe, Leganés y Torrejón de Ardoz, donde abrirá en Oasiz, el único Centro Comercial en España con playa propia y teatro.
Estas aperturas y la confianza de nuevos franquiciados para su realización vienen a demostrar la consolidación de la marca que, además, este año, quiere abrir sus fronteras e implantar su concepto de negocio en otras regiones de España, como Valencia, Sevilla, Barcelona o Bilbao.
El Obrador de Goya, una franquicia que deja un buen sabor de boca
Las franquicias de El Obrador de Goya dejan un buen sabor de boca tanto en los clientes, gracias a la calidad de sus productos, como en los emprendedores, por la facilidad de su gestión y los buenos resultados económicos que sus establecimientos obtienen.
Y es que la franquicia “da sabor a los sueños” de los franquiciados, ofreciéndoles un completo negocio en el que el plazo medio de recuperación de la inversión es de apenas 19 meses.
El Obrador de Goya ofrece un concepto de negocio adecuado para todo tipo de emprendedores. Como buen ejemplo de franquicia, la experiencia no es un requisito previo, ya que la Central se encarga de proporcionar al franquiciado y a todo su personal de la formación necesaria para enfrentarse al trabajo diario sin ningún tipo de problema. Para ello, la cadena cuenta con un Obrador Central en Getafe (Madrid) donde se imparte la formación inicial. En este obrador se aprende cómo elaborar, artesanalmente, todos los productos que se ofrecen en las panaderías. Este es, precisamente, uno de los responsables del éxito de El Obrador de Goya, tanto entre los clientes como entre los emprendedores, una elaboración artesanal y la calidad que ello conlleva. Esta calidad es fruto de una dilatada trayectoria, ya que los fundadores de El Obrador de Goya son la cuarta generación de panaderos y han sabido plasmar en sus manuales operativos, en sus procesos, en sus métodos de trabajo, etc. toda esta experiencia.
Los riesgos de esta franquicia son mínimos, adaptándose además a las necesidades de cada franquiciado y a las características de cada local, con dos modalidades de inversión. La primera de ellas es para pequeños locales, de entre 30 y 50m2, situados en kioscos en Centros Comerciales o con el formato de Take Away. La inversión es de 60.000€, a lo que hay que añadir los gastos de la obrad del local, cuyo importe dependerá del estado del mismo. También existe una modalidad para locales más grandes, de entre 70 a 200m2, en los que se incorpora el servicio de cafetería y un espacio con mesas. En este caso, la inversión es de 80.000 (más la obra del local).
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