Si acudimos a la definición de la Real Academia de la Lengua Española, en su segunda acepción define la palabra franquicia como “Concesión de derechos de explotación de un producto, actividad o nombre comercial, otorgada por una empresa a una o varias personas en una zona determinada”. Es decir, una empresa otorga la explotación de marca en una zona a un tercero. Así de sencillo.
En este blog ya hemos visto cuál es el origen de la franquicia. Se remonta a la Edad Media, cuando los reyes otorgaban determinados privilegios a sus súbditos a través de la concesión de cartas francas. Este concepto fue evolucionando a través de los siglos hasta convertirse en lo que conocemos ahora, la fuente de negocio más importante en el mundo.
Y es que no hay país en el que la franquicia no haya entrado, en mayor o menor medida, a través de marcas nacionales o internacionales. El sistema de franquicias es una forma que permite crecer a las enseñas de forma controlada y segura, ofreciendo a todo el público un concepto de negocio rentable. Para los emprendedores supone también un camino seguro de comenzar una nueva etapa, ya que está respaldado por la Central Franquiciadora y todo su saber hacer.
¿Qué necesita un negocio para convertirse en una franquicia?
Tener una idea de negocio no significa que inmediatamente pueda convertirse en franquicia. Para que un concepto prospere y efectivamente se convierta en franquicia deben cumplirse ciertos requisitos. La originalidad es uno de ellos. Un negocio, para triunfar, debe llamar la atención, tener algo distinto que atraiga al público. Por ejemplo, Sky Rocket Pizza es una pizzería, que ha sabido captar a los clientes ofreciendo un nuevo formato de pizza en conos.
La rentabilidad es otro de los requisitos fundamentales. Sin beneficios ningún negocio y menos una franquicia, puede persistir. Por eso, antes de dar el paso a franquiciarse hay que asegurarse que es un negocio rentable y en varios escenarios: un centro comercial, en calle, un kiosco en centro comercial… Las franquicias consolidadas no lo son por tener un establecimiento, sino por haber probado varias ubicaciones y en diferentes zonas poblacionales.
El saber hacer o know how es clave del éxito de una franquicia. Poder transmitir adecuadamente todos los conocimientos, procesos y métodos de trabajo de una empresa es fundamental para el buen funcionamiento de una franquicia. Disponer de unos manuales operativos en los que todos los procedimientos se vean reflejados posibilita la correcta expansión de una franquicia. Estos manuales deben cubrir todas las áreas de trabajo, de esta forma, el franquiciado dispondrá de los conocimientos necesarios para poder lograr los objetivos de la franquicia que adquiere.
La experiencia necesaria para lograr que un negocio se convierta en éxito se consigue a través de las pruebas en establecimientos de gestión propia. En estos locales, la Central Franquiciadora probará todos los procesos de trabajo, los productos o servicios, de forma que se encuentren los más atractivos de cara al consumidor. Los establecimientos propios, además de para realizar los experimentos al principio de la actividad, son los indicados para la introducción de métodos de trabajo o servicios. De este modo, antes de proponérselo a los franquiciados, estos podrán comprobar que funcionan en los centros piloto.
La consultora LATAM NETWORKS lleva más de 15 años trabajando con cadenas de franquicias europeas y de América Latina. Su cartera abarca todo tipo de sectores, pero siempre con los parámetros de calidad que determinan su éxito.
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