Cuando un emprendedor se decide a poner su capital en juego, montando un nuevo negocio, en la mesa baraja muchas opciones. Emprender por su cuenta y riesgo es, seguro, una de ellas. Una opción más estable es optar por negocios ya consolidados y de rentabilidad probada, con una imagen de marca reconocida por el público, como es el caso del sistema de franquicia. Pero, seguro que este emprendedor se pregunte, ¿por qué invertir en franquicias?
Si el emprendedor no tiene experiencia, desde LATAM NETWORKS recomendamos que su primera opción sea una franquicia. Es una forma sencilla de comenzar un nuevo negocio y con el respaldo de la Central Franquiciadora. En este caso, no haber trabajado antes en el sector que se elija es casi un punto a favor, ya que las cadenas forman a los franquiciados y a todo el personal desde cero. Y, por supuesto, el apoyo continúa después de la apertura del local. Una de las claves del éxito de las marcas franquiciadas es su continua investigación, lo que les permite mejorar procesos, métodos de trabajo, productividad, etc. Y todos estos avances se transmiten a los franquiciados de la cadena.
Otra de las respuestas a la pregunta de por qué invertir en franquicias es la facilidad en la gestión. Tanto si el emprendedor se pone por primera vez a las riendas de un negocio como si lo quiere como inversión, este es un aspecto clave a la hora de decantarse por el sistema de franquicias. Para un emprendedor novato, una fácil gestión representa menos quebraderos de cabeza, ya que cuenta con una Central que le ayuda en todos los procesos y tareas. Para el inversor es también un punto muy importante porque le permite controlar el negocio como si fuera una más de sus inversiones, pudiendo delegar tranquilamente tareas en su personal de confianza.
La imagen de marca es otra de las claves del éxito de una franquicia. No se trata de empezar un negocio desde cero, en el que hay que crear todo, desde el logotipo, la identidad corporativa, acciones de marketing, segmentación del público, redes sociales, etc. Al adherirse a una franquicia, todo este gran trabajo está realizado, e, incluso, el público ya conoce la marca, lo que es una enorme ventaja. Los clientes entran en el establecimiento con conocimiento previo del producto o del servicio, saben que la marca les gusta y que va a ser igual en todos los locales.
Otro de los aspectos importantes que los emprendedores tienen en cuenta es la zona de exclusividad. Las cadenas franquiciadoras, en sus contratos, garantizan una zona de exclusividad para sus asociados, en la que no se instalará un negocio de la misma marca. Esta área quedará delimitada en función de diferentes criterios, como la población, la competencia en la zona, los metros cuadrados del local, etc. Puede ser una localidad o un área dentro de una ciudad.
Una de las conclusiones que nos ha dejado la pandemia mundial es la fortaleza del sistema de franquicias frente a las crisis. Las cadenas franquiciadoras han demostrado que son conceptos de negocios estables y han podido retomar sus planes de expansión.
Y si algo preocupa especialmente a los emprendedores es la rentabilidad del negocio, asunto que en la franquicia está plenamente comprobado. Una franquicia se convierte en tal cuando su concepto ha sido probado, con éxito, en diferentes escenarios.
Y como marcas y sectores de franquicias hay muchos, antes de invertir en franquicias, lo recomendable es ponerse en manos de expertos, como los consultores de LATAM NETWORKS, que asesorarán a los emprendedores en su camino hasta convertirse en franquiciados.
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