Pizzerías Carlos es el claro ejemplo de una franquicia que ha triunfado gracias a un trabajo continuo bien realizado, con unos cimientos sólidos y adaptándose a los gustos y necesidades de la población.
2009 es el año del comienzo de esta marca. En esa fecha Carlos Hernández y Francesc Ros abandonaron una de las grandes cadenas de franquicias españolas, Telepizza, para desarrollar un concepto de negocio que, 12 años más tarde, cuenta con más de 60 locales en España y, próximamente, dará el salto internacional de la mano de la consultora LATAM NETWORKS.
En un mercado con una gran competencia, Pizzerías Carlos puso el objetivo en ofrecer el mejor producto posible a un precio muy competitivo. Esto les consiguió hacerse un hueco, con unas pizzas que, según las encuestas, están posicionadas como unas de las mejores del sector.
La filosofía del negocio se basa en Imagen, Servicio y Producto. Estos tres pilares definen el día a día del negocio. El mejor servicio posible se une a una cuidada estética de los locales, que hace que sean espacios acogedores, diferenciándoles claramente del resto; además de mantener el alto estándar de calidad de todos los productos, no solo las pizzas.
La experiencia de estos años le ha hecho tener muy claro cuál es su tipo de cliente, el más próximo, el de cercanía. Por eso se definen como pizzería de barrio, y lo demuestran en sus estrategias de marketing. Las campañas se enfocan a una publicidad local (barrio, localidades) y muy segmentada.
Crecimiento en época de crisis
Esta cadena de pizzerías nació en plena crisis económica, y el trabajo bien hecho le permitió crecer en unos momentos delicados. Esta situación de inestabilidad económica se ha vuelto a vivir en 2020, agravada por la pandemia mundial. La ventaja que tenía y tiene Pizzerías Carlos es que son auténticos profesionales del delivery y solo han tenido que reforzar el servicio a domicilio durante estos meses. Este esfuerzo ha conseguido que en 2020 las ventas en delivery hayan aumentado en un 27%.
Parte de este éxito en el delivery es gracias a que el 100% de los pedidos que reciben es repartido por el propio equipo de Pizzerías Carlos, independientemente de la plataforma a través de la cual se recibe. El producto siempre lo maneja la cadena, como forma de mantener el estándar de calidad, dar el mejor servicio y mantener la imagen de marca.
Para fomentar, una vez que acaben las restricciones, el consumo en sala, la cadena continuará con el remodeling de los establecimientos más antiguos, algo que ya había comenzado antes de la pandemia. Se trata convertir todos los locales en restaurantes con un gran servicio de mesa en el que las familias puedan reunirse para comer o cenar. En esta línea, se ha ampliado la carta, con una gama de ensaladas Premium y otra de pastas frescas, para dar más importancia al consumo dentro de los propios locales.
Una franquicia de pizzería de éxito
El 60% de los locales de Pizzerías Carlos son franquiciados. Es un modelo de negocio que atrae a todo tipo de emprendedores, tanto de autoempleo como inversores de varios locales. La Central proporciona toda la formación y el know how. Las campañas de marketing local hacen que la marca sea conocida rápidamente en toda la población o zona, facilitando un retorno de inversión muy rápido.
Para dar el gran salto internacional, Pizzerías Carlos ha confiado en el trabajo serio de la consultora especializada LATAM NETWORS. Más información sobre la franquicia en el siguiente enlace.